En el mundo del balonmano, a menudo nos centramos en diversos aspectos y tácticas, olvidando que el verdadero protagonista de este deporte es el balón.
Esta revelación me llego mientras me formaba como entrenador nacional de balonmano y recibió una valiosa lección de otro entrenador.
Este profesor aseguraba que no utilizaba ningún material de entrenamiento que no se utilizara en el partido, con excepción de algunos elementos para limitar espacios.
Este enfoque simplista fue sorprendente al principio, pero después de reflexionar sobre ello, decidí adoptar una perspectiva similar. Comencé a estructurar mis entrenamientos como una simulación de un partido cortado a trocitos, es decir, diseccione cada momento del partido para construir la sesión de entrenamiento. A partir de esta experiencia, nació el concepto de «minimalista deportivo».
En mis entrenamientos, solo uso conos, balones, petos, cuerdas de saltar, gomas elásticas (trabajo físico de fuerza) y botellas de agua. Esto es todo lo que sus jugadores necesitan. La clave detrás de este enfoque minimalista es que cada acción del entrenamiento debe ser lo más real posible a lo que los jugadores se enfrentarán durante los partidos.
Esta idea me ayudo a crear un método que se acerca lo máximo posible a la realidad de un partido. Es un sistema llamado «Entrenamos como jugamos para jugar como entrenamos»,
El objetivo de este método es asegurar que los jugadores estén lo mejor preparados posibles para enfrentarse a los desafíos de los partidos reales, mejorando su rendimiento y habilidades.
En resumen, no debemos olvidar que el verdadero protagonista del balonmano es el balón y que es crucial diseñar entrenamientos que reflejen lo que sucederá en los partidos.
A través de un enfoque minimalista y manteniendo todas las acciones del entrenamiento lo más realistas posible, los jugadores estarán mejor preparados enfrentar los desafíos en la pista de juego.
Manuel Vela. Entrenador de Balonmano
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